LA BIEN QUERIDA / POP AND DANCE (SALA JOY ESLAVA) 11.11.16
A las 20:30 nos reunimos en la puerta de la madrileña sala Joy Eslava para disfrutar de este pedazo de concierto promovido por el ciclo de conciertos “Pop and Dance” de fin de gira de La Bien Querida después de casi 2 años del inicio de la aventura llamada “Premeditación, nocturnidad y alevosía” (Elefant Records). En varios tomos de vinilo 12” y también en cd posteriormente.
La noche empezó con los valencianos Meridian Response, muy emocionados de estar en la Joy agradecieron al público un par de veces el recibimiento. Empezaron dos voces femeninas y un teclado creando un ambiente íntimo, al final de la primera canción se unieron guitarra eléctrica, bajo y batería dándole mucha más fuerza al proyecto. Poco a poco fueron presentando las canciones de su ep homónimo con canciones cantadas en inglés mientras la sala se iba llenando. Si cerrabas los ojos podías escuchar voces muy potentes y bastante bien armonizadas, en algunos momentos parecía escuchar una mezcla entre la voz de Leonor Watling y Lourdes (Russian Red) pero quizá con matices más dulces. Los coros llegaban a traer a la mente a Beth Gibbons en algunas ocasiones y la música navegaba entre el pop cristalino «smithiano» y algunos toques más soul/jazz marca de la casa de bandas como Marlango. En media hora aproximadamente el sexteto (que según dijeron era la primera vez que se juntaba con tantos miembros sobre el escenario) se despidió muy emocionado y agradecido dejando paso a La Bien Querida.
Ana Fernández Villaverde (compositora, alma de La Bien Querida) apareció en el escenario enseguida con un precioso vestido plateado y guitarra en mano para cantarnos a todos una nueva canción con la que nos quedamos alucinados, sin duda llegó a todos los corazones que estábamos presentes ayer en la Joy Eslava. Al terminar, aparecieron en el escenario David Rodríguez (productor, arreglista y la otra mitad del proyecto) a las guitarras y coros y Frank Rudow a los sintes, pads… De inmediato comenzó a sonar una potente “A veces ni eso” incluída en su tercer disco “Ceremonia” en la que la sala entera en comunión comenzó a cantar a voz en grito. Poco a poco el ambiente y el concierto fueron creciendo con temazos del último álbum “Premeditación, nocturnidad y alevosía” como “Música contemporánea”, “alta tensión” ó “Vueltas” con las que bailamos cada vez más. Ana estaba guapísima y se movía con un ritmo sugerente al son de estas grandes canciones dejando a la sala hipnotizada.
A estos momentos le siguieron temazos del pasado como “Carnaval”, aunque enseguida volvieron al nuevo disco con el hit grandilocuente “Muero de amor” que toda la sala cantó hasta el infinito y más allá y Ana totalmente entregada al público y con los brazos en alto casi toda la canción. Sin duda uno de los grandes y más emotivos momentos de la velada. De nuevo concesiones al pasado para tocar hits como “9.6” y unas versiones muy electrónicas y crudas de “Corpus Christi” y “De momento Abril” de su gran “Romancero” donde se juntaban haciendo una mezcla perfecta la preciosa, susurrante y dulce voz de Ana con la crudeza de una música que nos hacía imaginaros a todos en Hacienda bailando como locos llenos de destellos en la oscuridad. El bloque final del concierto lo iniciaron temas el último disco como la desgarradora “Ojalá pudiera verte muerto”, la oscura “Disimulando” para acabar con sus “Poderes extraños” coreados por toda la joy. Ana se despidió emocionada con unas bonitas palabras: “Gracias Madrid, os quiero”.
Al rato volvió a salir con un precioso ramo de flores que le habían regalado y es que era su cumpleaños nada menos. David Rodríguez comenzó al corear el “Cumpleaños feliz” y todos le seguimos unidos en un momento muy emotivo. Para terminar, con guitarra acústica en mano nos regalaron “Sentido Común” y nos fuimos hipznotizados y felices de haber visto un conciertazo desde el principio hasta el final. La dulzura de la voz de Ana, la crudeza de la música, los bailes y momentos crecientes del show, las luces que iban y venían creando un efecto mágico, esas guitarras tan bien gestionadas, los ritmos electrónicos…un conjunto de maravillas que hicieron que vibráramos a casa segundo. Estamos ante uno de los proyectos con más carisma y consistencia del panorama nacional. ¡¡¡BRAVO POR LA BIEN QUERIDA!! Es un gustazo ser fan y disfrutar tanto en sus conciertos.
POP Musique 